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Año tras año, las cosechas se ven afectadas por el tizón de fuego, un plaga que afecta a las plantas de la familia de las rosáceas, y que genera pérdidas significativas a los productores mexicanos. La bacteria Erwinia amylovora, patógeno causante de dicha enfermedad en plantíos de tejocote en los estados productores como Puebla, Tlaxcala, Chiapas, Michoacán, Hidalgo. Esto, Impacta negativamente en el bolsillo de los agricultores, puesto que a su vez se limita la producción del fruto, así como también su venta tanto nacional como internacional. Si se continúa con los métodos de control tradicionales como el uso de antibióticos y agentes químicos, se corre el riesgo de llevar hacia la destrucción completa de plantíos de árboles frutales asociado a pérdidas económicas severas y daño al medio ambiente.